viernes, 28 de enero de 2011

SEBAS

Con este relato, su desarrollo y su principal personaje, se ahonda en hechos y circunstancias, todas verídicas, que implican infinidad de preguntas sobre las reales posibilidades de realizar la propia voluntad.
Se extrae de todo lo expuesto lo que afirman: Descartes: “Existo luego soy”. Ésta es una máxima, cuya expresión implica una contundencia existencial que ahondando en la racionalidad, yo diría que no condice con la realidad ya que ésta estaría mucho más próxima de lo que nos dice Ortega y Gasset: “El hombre es el hombre y sus circunstancias”, aquí tenemos asumida una posición en la que la existencia no se determina por una voluntad consciente, sino que ello implica, en forma contundente, la circunstancia. Y Jean Paul Sartre “El hombre no es nada”, a lo que yo agregaría una fórmula contemporánea, que manifestaría “se es lo que se tiene”, y me refiero a lo de contemporánea por el hecho de que el único objetivo fijado actualmente en la mayoría de las mentes humanas es la posesión de bienes, sean cuales sean, vengan de donde vengan y como vengan. El “status” que los mismos dan y la función que permiten socialmente ejercer, marcan las pautas con la que esto se identifica. Esta fórmula sería la más actualizada, ya que expresaría una tendencia, prácticamente homogénea, del sentir de la sociedad actual, en lugar de “se es lo que se sabe”, lo que sería un nivel más adecuado a un humanismo consciente e intelectualmente más desarrollado. La serie de avatares que aquí se producen, encarnados por un ser consciente, responsable, productivo y dinámico son el reflejo de la mediocridad en la que se desarrollan la inmensa mayor parte de las sociedades actuales.
Existe y se practica un individualismo egoísta que para nada tiene en cuenta los intereses comunes de los individuos con los que convive.
La única convergencia de intereses reside en los intereses materiales e individuales. No existe relación de convivencia social que de lugar al respeto de lo ajeno y es en esta disensión social en la que reside el punto fundamental de una derivación socio cultural que, sin duda alguna, llevará a los habitantes del planeta a una serie de secuencias catastróficas que alterarán profundamente, en el caso de persistir, la vida de sus habitantes en la forma en que se prduce hoy.
Aquí se trata de un solo ejemplo, pero fundamental. Los individuos correctos y creativos que pretenden realizarse en actividades del mismo orden en las mas diferentes funciones y ámbitos tienen en su contra esas congénitas “fuerzas negras”, que en forma indiscriminada pueden plantearles problemas existenciales como sucede reiteradamente en las acciones que se desarrollan en este caso.
Inciden no solamente los avatares históricos, que como tantos otros también son creados por individuos, sino que además, existen todas aquellas y muy numerosas circunstancias personales en las que ciertos conjuntos sociales ponen de manifiesto sus características personales.
Esto que se produce con una exagerada reincidencia es lo que fundamentalmente distorsiona, y a veces anula, el poder creativo de los más aptos, en detrimento de lo que eso implica como aporte social.
Nuestro personaje pasa y supera una serie de avatares negativos enfrentando la vida con resolución y entusiasmo creativo, no obstante, las circunstancias, como dice Gasset van eliminando toda su actividad creativa que va, paso a paso, intentando concretar. Después de una serie de procesos llevados hasta un resultado concreto, siempre la intervención de algún interés espurio, hace desvanecer todo esfuerzo que haya realizado y cuanto éxito básico haya obtenido.
Esa sucesiva repetición de secuencias positivas-negativas, hacen que nuestro personaje llegue a la conclusión de que a menos que no se produzca un cambio radical en la percepción y conducta de la mayoría de sus semejantes en cuanto a la integración social y a la posibilidad de una vida que cuanto mínimo mantenga una relación tolerante y respetuosa: la convivencia humana se convertirá, día a día, en una mayor pesadilla.
El ser humano debe hacer lo que, a pesar de los miles de años transcurridos desde su aparición como Ser consciente, no ha hecho, es decir: auto conocerse y auto definirse. Esta imprescindible condición nos llevaría a tener una visión concreta y real de lo que somos como entidad humana. Desde el principio de los tiempos, hemos evolucionado distorsionando nuestra realidad psicofísica: nos hemos inventado mitos, leyendas y creencias religiosas que únicamente han ido creando disensiones y, a menudo, terribles y sanguinarios hechos.
El ser humano, para auto realizarse, necesita neutralizar sus miedos y superar su extremado caso de ignorancia. Actualmente vivimos en un clima de permanente progresión científica pero adolecemos enormemente del mismo grado de conocimiento y percepción en lo que se refiere a la inteligencia emocional. Seguimos con nuestros dioses escondidos en las lúgubres cavernas de nuestro pensamiento, lo que elimina sustancialmente, todo intento de liberación psíquica y de conducta con nuestra real naturaleza.
A partir de la edad media, se ha ido formando y consolidando el concepto de nacionalidad. Los distintos pueblos se han auto atribuido determinados espacios geográficos, basándose en sus características psicofísicas, en sus afinidades y, especialmente, en los idiomas que fueron desarrollando, nacen después las filosofías políticas, con las que el sujeto pretende resolver institucionalmente un sistema en el que puedan convivir, supuestamente en armonía, las sociedades y con ello la revolución francesa en la que por primera vez en el mundo conocido el estado se libera de la tutela de la religión.
Esto que no es un hecho totalmente practicado si es el inicio del valor atribuido al pensamiento racional y si bien implica el nacimiento de una orientación lógica e inteligente, está muy lejos de conseguir el objetivo prefijado por los pensadores y políticos franceses ya que las religiones en este caso especialmente la católica, continúa desarrollándose y prevaleciendo en el mundo occidental, con ciertas trasgresiones que la catapultan hacia América, África y algunos sectores indo asiáticos. Esta persistencia clerical en todos los medios, continúa cada vez más, anquilosando el desarrollo de la libertad.
Como contrapeso, a esta tendencia religiosa y políticamente derechista, surge como figura de proa el MARXISMO, cuya implantación en la Rusia Soviética desde 1917, y posteriormente en algún país bajo, su influencia, volvemos a caer en la tremenda contradicción de inclinarnos enfervorizados delante de algo que no sirve absolutamente para nada, en términos positivos, sino es para distorsionar y entorpecer el desarrollo y la capacidad intelectual de aquellas sociedades humanas en las que se impone como régimen político. Otra vez hemos caído en la trampa de nuestras extremadas ilusiones. El MARXISMO, no aporta la solución a los problemas humanos, aplíquese como se aplique. Es otro sistema político que distorsiona y confunde la verdadera identidad humana, por ello, y solo por ello, el MARXISMO, a pesar de haber estado a las mismísimas puertas del éxito, tanto político como social y económico, se vio obligado, debido a las propias divergencias que contenían su concepto de vida con la realidad de la misma, a “tirar la esponja”. Eso ocurrió con la Rusia Soviética. Está perfilándose paso a paso, en China y ya se ha definido como fracaso absoluto en la Cuba de Fidel Castro, cuya implantación como sistema sociopolítico se había realizado hacía más de cincuenta años.
Para cualquier ser perceptivo con sentido común, y sin que sea necesario estar dotado de una poderosa inteligencia, es palpable que un régimen como el Marxista, no pueda subsistir entre mujeres y hombres que pretenden ser libres, pues el sistema en sí por sus fallas inherentes crea desde el inicio una pérdida agraviante de la libertad específicamente de pensamiento, lo que evidentemente, no condice con la evolución del pensamiento político del momento.
Están los que pretenden seguir con el llamado sistema Capitalista, otro objetivo “fisurado” ya que si un cierto Capitalismo “salvaje” se ha impuesto y prevalecido en muchos países evolucionados, también este sistema tiene sus fallas. Fallas que deberán ser corregidas a corto plazo ya que el mundo actual no permite la permanencia de estos aprovechados grupos capitalistas. La riqueza exhibida y expuesta de una forma ofensiva, aprovechadora del esfuerzo ajeno, no puede de forma alguna continuar pavoneándose ostentosamente en el mundo en que vivimos.
Al dinero y lo que el implica, hay que darle el destino, real, que le corresponde. Debe ser única y exclusivamente una corriente que transiten los caminos de las necesidades universales y se utilice para el desarrollo y progresión de los pueblos. El dinero como fuerza de energía creadora, debe ser considerado y tratado únicamente bajo ese concepto, no se debe ni se puede permitir que un sujeto, sea quien sea, tenga la ascendencia que tenga, disponga de uno o dos aviones particulares, un jate para pasearse con invitados o sin ellos, por los océanos, cinco o seis automóviles de lujo, y las más lujosas residencias en cinco o seis puntos diferentes del planeta.
Es indudable que institucionalmente ese sujeto no debe ni puede abundar en una sociedad global, que sufre de enormes carencias a causas de tamañas distorsiones.
Los métodos y sistemas capitalistas solo pueden existir bajo el concepto de la libre iniciativa, propia a toda mente creativa y por supuesto humanamente productiva. Estas mentes con todo lo que implican como seres deben tener en abierto las opciones y posibilidades para que su iniciativa pueda ser apoyada y permitir el afloramiento de toda su capacidad, propiciando con ello el desarrollo de las más distintas sociedades.
Esta debería ser la finalidad exclusiva de la capacidad monetaria implicando con ello una adecuada compensación que incentive a esos seres más creativos a participar con la máxima actividad posible al desarrollo socio económico, siendo retribuidos en consecuencia sin que ello implicara la acumulación de enormes riquezas en detrimento del resto de sus semejantes. A una fórmula similar a este concepto debiera llegarse después de analizarla adecuadamente con sus distintos niveles y alcances a fin de que el universo se manejara con adecuada equidad y permitiera aflorar el máximo de inteligencias y capacidades.
Esto que parece una lírica teoría podría llegar a ser un hecho concreto si nos lo proponemos. Es indudable que las modificaciones internas y externas deberían ser fundamentalmente modificadas, pero es indudable, también que esto obedecería a un contexto racional y equitativo de desarrollo y convivencia y que a su vez, definido el proceso, se podría llegar a un estado de armonía general.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Durante todos los tiempos en la que de una manera mas o menos racional hemos tenido noción de lo que eventualmente éramos, seres humanos supuestamente conscientes, rara vez hemos llegado a sincretizar ciertos aspectos de nuestras personalidades que pudieran atribuirse a actitudes loables o a actitudes deleznables. En este contexto que abarca cantidades inusitadas de seres encontramos una ingente y variopinta inmensa mayoría que obedece al siguiente dicho: “Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

JOSE COMBLIN

He leído el confuso relato del señor José Comblin. Seguramente partícipe de alguna orden religiosa cuyo nombre desconozco y también experto en teología, de hecho nada de lo que dice me convence, y no es porque me ponga automáticamente en posición negativa, sino por que de hecho todo su relato es algo confuso.
Que las religiones no están de moda, salvo algunos fanatismos islámicos, es un hecho sabido y en lo que a mí respecta el hecho de que las religiones aún existan es un complejo atávico producido por reminiscencias antropoides e ignorancias absolutas.
De hecho nada de lo que se pueda decir respecto a cualquier religión es ni puede ser divino, como no es ni puede ser divino el origen del ser humano.
La ciencia, el sentido común y la más mínima noción de lógica, confirman absolutamente que no hay ser alguno que pueda tener ascendencia divina de especie alguna. Todo surge de la confusión y la ignorancia de un cerebro cuyas células en formación no podían entender los fenómenos naturales que la tierra nos ofrece y son esos terrores basados en las más supinas de la ignorancia lo que en su tiempo llevó al ser humano a verse reflejado como una partícula divina. Grave error. Y ese grave error nos ha costado a través de miles de años las mayores desgracias que puedan vivir las sociedades conscientes.
El ser humano solo puede autoconcebirse y admitirse en toda su esencia como el natural producto de la naturaleza a la que pertenece lo que pueda tener fuera de su textura material, se centra en esas células cerebrales que centralizan sus sensaciones y provocan y promueven sus manifestaciones artísticas o culturales. De hecho lo único que trasciende de ese ser humano cuando desaparece es aquello que ha hecho y eso es lo único que puede trascender y ser apreciado o menospreciado. De hecho depende de cual haya sido su actitud y actividad durante su existencia material.
El Señor José Comblin, tampoco nos aclara mucho sobre este tema y rebusca en un pasado muy lejano y confuso algo para justificar creencias anodinas, muy adecuadas para cuando el cerebro humano comenzaba a percibir horizontes confusos, basados en la intuición y el desconocimiento real del sentido de la existencia.
Mi opinión sobre la práctica y el florecimiento y desarrollo del ateísmo tiene como objetivo manifiesto tornarnos libres. Libres de toda sumisión, libres de todo condicionamiento y libres para optar, dentro de ese concepto, por aquellas posibilidades efectivas que nos permitan realizarnos en el campo de una humanidad verdaderamente desarrollada consciente de su condición y consciente de que debe modificar todos los esquemas que sean necesarios para hacer que la convivencia humana se convierta en algo armonioso.

martes, 16 de noviembre de 2010

nota para CYBERATEOS.ORG

Soy español, tengo 84 años soy lo que se puede llamar "un hijo de la guerra, si tuviese que contar algunas experiencias, aún las mínimas, el tema daría para largo y no sería para nada optimista.
El título de este sitio es Cyberateos, es en la palabra "ATEO" en la que yo especielmente insisto, cualquier otro concepto o percepción que se tenga de nuestra naturaleza humana, solo tiene como objetivo la mayor distorción posible de nuestra esencia: somos humanos, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva, en principio, más de lo último que de lo primero, pero eso sí, de divinos no tenemos absolutamente nada, somos esa forma con sus kilos de carne y hueso que deambulamos sobre la tierra, y por supuesto nuestro componente esencial: la materia gris. Esa es la mayor contribución que la naturaleza nos ha dado para considerarnos y definirnos humanos, el resto aquello que se llama divino o diabolico, en sí no existe absolutamente para nada. Podemos ser diabólicos por lo malvados y eso a través de la historia lo han confirmado y siguen confirmando día a día, sobre toda la faz de la tierra, no se trata de blancos, amarillos, morenos o negros.Se trata de conducta y ésta, desgraciadamente, puede ser diabólica, maquiavélica y criminal en cualquier mente humana y por coincidencia o no, se ha dado a través de los siglos y se sigue dando ahora entre componentes activos de los distintos cleros o creencias divinas que existen y persisten sobre la tierra, implicando con ello la disponibilidad de los bienes que a todos los humanos por igual nos pertenecen. Así como los distintos adeptos a las distintas religiones se han unido y aunado todo tipo de esfuerzos para intentar dominar al universo, así nosotros LOS ATEOS también tenemos la necesidad absoluta, si queremos que nuestras ideas y conceptos, que son los humanos no los deísticos, evolucionen y se desarrolle también es necesario que unamos nuestros esfuerzos y mediante el ejemplo y la dialéctica, consigamos unir opiniones, adoptar conceptos y llegar, a través del tiempo que sea necesario, a tener una vida de acuerdo con las realidades y no con los cantos del Botafogo ni las plegarias de rodillas, ni los lancinantes castigos sobre la piel con duros látigos ni los retiros en conventos en cuyas catacumbas aparecen después miles de cadáveres de recien nacidos y de nonatos, ni tampoco el encierro el dominio y promesas de castigos para niños y niñas (no tan niños ni niñas)violados por supuestos legionarios de Cristo, por profesorados eclesiásticos holandeses, ni por las constanstes denuncias que insisten y persisten en los distintos centros de enseñanza religiosa de Estados Unidos.
Entre otras cosas que la naturaleza en su espléndida condición nos ha otorgado es el sexo del cual hemos de tratar con infinito respeto pero aprovechando lo que nos ofrece como felíz participación de lo que son nuestras vidas.
Espero aunar opiniones, espero seguir debatiendo el tema, espero que tenga resultados y que sean positivos, que nos conozcamos por uno u otro medio, que aunemos opiniones y sentimientos y que a través de la colaboración que de esto surja sean cientos de millones los participantes de estos conceptos y unamos nuestras fuerzas para poner en movimiento este honroso esfuerzo. Saludos

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL INICIO

Se supone que tenemos 2000 años de civilización escrita, si nos remontamos más allá de esa fecha, nos encontraremos con que la escritura o cuanto menos los signos de comunicación, aparecieron 5000 años antes. De eso quedan testimonios evidentes hasta la fecha. Si dejamos de lado todo ese salpicado vericueto de dichos y no dicho, de escritos o no escrito, plasmados o no plasmados a través de miles de años de, supuesta, evolución nos encontraremos con que el conocimiento, repito CONOCIMIENTO humano, aparece mucho más recientemente de lo que en principio se creía en términos de ciertos grados de conciencia que permitan crear auto conceptos relacionados con nuestras personas y nuestras actitudes y a su vez los vayamos reflejando en objetos que definen de alguna manera nuestra personalidad más o menos creativa. Dos mil años antes de nuestra era, ya éramos bípedos pero por lo visto aún teníamos mentalidad de antropoides, ellos también eran bípedos o a veces lo que es mejor cuadrumano cuando menos tenían una mayor habilidad para defenderse o ejercitarse con sus miembros, ya que los bípedos humanoides tardaron mucho tiempo en ingresar al universo del pensamiento.
El problema reside ahora muy específicamente en delimitar y definir cual es esa particularidad del intelecto humanoide a las que nos hemos integrado.
Se dice científicamente que existen células claras y células oscuras, lo complicado del problema que se nos presenta es que la opción es libre y por lo tanto no podemos discernir hacia que tipo de células se orienta nuestro desarrollo intelectual: las claras o las oscuras es evidente. Cuanto menos en la historia escrita que la inclinación natural del sujeto es hacia las células oscuras. Por lo que se puede percibir en esos inicios de “civilización” la opción conciente o inconscientemente no ha sido orientada hacia las células claras, yo diría más bien que esa orientación ha elegido con o sin subterfugios el camino de las células oscuras a pesar de que de vez en cuando surjan en los mismos seres brotes que en principio podrían considerarse promovidos por las células claras, aunque la mayoría de los actos que se producen nos prueban de que el camino más persistente y recorrido es el de las células oscuras.
Podemos analizarlo puntual y detalladamente a través de nuestro proceso evolutivo durante los años en los que se supone hemos adquirido conciencia de nuestra condición humana.
Desde el principio de los tiempos en que se tenga noción de que existimos a perdurado por encima de cualquier circunstancia o raciocinio, el interés exclusivo y personal, la crueldad, el posicionamiento irracional de los bienes ajenos, aun cuanto ello incluya robos, asesinatos y muertes. Una de las mayores secuelas dejadas constantemente en el llamado “camino de nuestra evolución”.
En todas las circunstancias en las que el tema del egoísmo o la posesión ha tenido que plantearse. Esa premisa de carácter absolutista ha trascendido a través de los tiempos, la mayor parte de las veces basándose en gigantescas dosis de falsedad e hipocresía. Para ello desde el principio de los tiempos, tuvimos que buscarnos todo tipo de encubrimientos, distorsiones, inventos y mentiras, muchas de ellas atrapadas en nuestras neuronas debido a nuestra inmensa ignorancia: teníamos que inventarnos “apoyabrazos” para intentar mantener nuestros esquemas y que estos a su vez, permitieran mantener la perversión de nuestros prejuicios y sistemáticas mentiras.
La mentira, la eterna mentira y la distorsión han sido los elementos utilizados desde todos los comienzos para sustentar la ignorancia y con ello obtener el poder.
En todos los ámbitos, en todas las latitudes y topografías donde por algún casual encuentro de humanoides se ha producido, la reacción universal siempre ha sido la misma, crear la forma de dominar a través del terror, de lo desconocido, de lo que algunos se otorgaban como propiedad exclusiva, inclusive la personal y directa comunicación con el más allá, sea Dios o el Diablo. Esta intangible y poderosa arma ha estado y sigue estando a disposición de los más cínicos e hipócritas y con ella han manipulado y siguen manipulando a los de mentalidad más simple, para ello se han inventado cuantas distorsiones y añagazas se han podido imaginar a través de los tiempos: todos los trucos, los imaginables y los no imaginables desde hacer llorar a las vírgenes de mármol o de madera, con lágrimas de sangre o no, hasta cualquier otro fenómeno, producido por cualquier añagaza, física o psíquica, han sido y son los constantes trucos que se han utilizado y lamentablemente aún se utilizan para convencer a algún que otro inocente ignorante, el ser humano es uno solo, su entidad no va más allá de lo que es su físico agregándosele como potencial específico e individual sus facultades neuronales lo que no le da absolutamente nada que sea divino pero sí una percepción psíquica, que se centra en lo que puede percibir de sí mismo y de su entorno y que bajo ningún punto de vista ni en circunstancia alguna lo hace trascender más allá de lo que ello implica. Con su muerte física se muere todo, menos todo cuanto haya podido crear y se quede ahí como su demostración de su capacidad creativa cuando la vida le permitía obrar, nos lego su arte: música, literatura, escultura, pintura, variantes culinarias, inventos de toda índole, etc., etc., eso es cuanto un ser puede dejar al resto de sus semejantes, nada que sea divino.
También nos puede legar su maldad a través de una infinidad de hechos que lo trascienden por haber provocado perjuicios y/o males que van más allá de su tiempo de vida y lamentablemente esta negativa frecuencia, es la que más se produce en el tiempo.
Volvemos al principio de las neuronas claras y las neuronas oscuras, en cuyo contexto lamentablemente existen muchas más neurona oscuras que neuronas claras, de ahí que el universo se ve a veces convertido en un baile desalentador y macabro en el cual dominan las neuronas grises y es en ese tiempo, del dominio de la neurona gris, donde suceden las mayores tragedias y horrores que el ser humano provoca en la tierra.
Desde que el hombre aprendió a dominar con la mentira utilizando todos los grados permisibles de cinismo se ha dado cuenta que esa es el arma con la cual sin temor ni duda puede manejar a sus semejantes, la ha usado y la sigue usando de la forma más ignominiosa y criminal que se puede usar la palabra para abusar y esclavizar a un semejante.
Desde un principio y estableciendo con ello un tabú que implicaba una manifestación de poder inició su reinado deístico imponiendo leyes y costumbres que solamente atendían a su visión personal de lo que quería imponer.
Así empieza el muy conocido, distorsionado y criminal universo religioso. Los primeros caminos se abren a través de Abraham, desde el Éufrates, emigra dirigido por Yahavé hacia las tierras de Cannan, donde se supone su Dios, le indica un asentamiento en cuyo territorio debe aposentar a su pueblo, crear sus raíces y desarrollarlo.
Es a partir de la formulación de esta conciencia exclusiva que se acumulan y se desarrollan todo el resto de las creencias que van a perturbar el desarrollo de la humanidad. Nace el Judaísmo, con sus exclusivismos y creencias particulares que crean un concepto totalmente degenerado de lo que pueda ser la humanidad y un supuesto contacto con el más allá, implicancia que pone de relieve la existencia del Arca de la Alianza. Otro absurdo totémico que consigue a través de los siglos cristalizar miles de figuras cuyo contexto y significado es total y absolutamente vacuo. Y así entrando en este proceso de degeneración mental se van desarrollando las distintas civilizaciones que se suponen en su grado máximo, capaces de desarrollar inteligencias superiores y…sí a veces consiguen este desarrollo pero hay que verificar cual es el objetivo de ese desarrollo y su intencionalidad.
Si seguimos inclinándonos ante una búsqueda analítica del mencionado desarrollo, nos encontraremos que en términos generales y, particularmente, a lo que a religión se refiere, son única y exclusivamente sórdidas manipulaciones destinadas a extraviar y poseer a la mente y los sentimientos humanos.
Superado el proceso primigenio de la euforia y dominación judía entramos en diversos campos de divisiones y controversias, entre las cuales aparece el sometimiento judío a la civilización egipcia de la cual se convierten en esclavos (cuanto menos así dicen), lo que no es obstáculo para que en un momento determinado de su desarrollo histórico distorsionen las realidades climáticas para un supuesto castigo realizado por Jehová, al pueblo egipcio, castigándolo con las ya famosas, siete plagas que por supuesto no eran mandatos ni divinos pero si lo fueron como interpretación judía lo que nos lleva a pensar que lo divino era pura y absolutamente maldad. Ningún Dios o divinidad que impere sobre la tierra va a castigar a un pueblo, en su totalidad, al exterminio absoluto mediante el hambre. Eso sí lo pueden hacer, y lo han hecho, multitud de veces los propios humanos. Por iniciativa propia, con actos propios sin recurrir a escusas de intervención divina de especie alguna. Lo que sigue probando que el lado oscuro de las células cerebrales es el que prevalece.
Y así años más, años menos, aparece la penúltima falacia, el Cristianismo. Primero son esclavos sometidos y azotados por Roma, donde aún dominan las huestes de Júpiter, Zeus, Jano, y otra cantidad de Dioses y Diosas pertenecientes al Olimpo Romano. El Cristianismo motivado por una teología muy propicia a los tiempos que corrían, pues ya se habían desarrollado las grandes ciudades, las grandes aglomeraciones humanas, existía un sentimiento de rebelde humillación y los cultos trasmitidos a través de las divinidades existentes no convencían a nadie, el clamor surgido de Jerusalén, la humildad y sencillez manifestada por Jesucristo y sus discípulos, fue moralmente trascendente para que como conducta y doctrina trascendiera a los pueblos. Y así en un corto proceso, trascendió multitudes que se adhirieron sentimental y moralmente a la nueva creencia que hablamos. No bastaba con que te abofetearan una mejilla, había que ser fuerte y poner la otra, lo que implicaba una resistencia que iba más allá de la postración humilde, esta actitud cuajó en las sociedades occidentales de la época al punto que día a día sus adeptos aumentaban y crecían en fuerza. En esto se apoyó Constantino para convertirse en líder del Cristianismo y su dirigente máximo, lo que le otorgó tal fuerza numérica que era imposible oponerse a la misma y a través de todo ese desarrollo se fue organizando lo que hoy es, junto con el Islam, la organización más aberrante del universo.
Hablar aquí del Cristianismo desde sus orígenes va a resultar una tarea ardua, complicada y de muy largo alcance. Son tantas las abominables aberraciones cometidas desde los asesinatos de Constantino hasta las fraudulentas farsas de hoy, transitando por todo lo que ha sido política medioeval, feudal, imperial, reinados y regímenes políticos, criminales cuanto proceso producido dentro de los claustros y monasterios con sus interminables series de asesinatos múltiples, criptas con miles de cadáveres de nonatos apilados, violaciones en centros escolares, existen para denominar a todas estas vilezas miles de nombres propios que requerirían estudios exhaustivos páginas y más páginas escritas. Si un día el tiempo y las circunstancias me lo permiten trataré de recabar cuantos datos me sean posibles con el único objetivo de afirmar la veracidad de lo que aquí manifiesto.
Como tantos otros ejemplos puedo citar la España Franquista en la que bajo palio se asesinaron miles y miles de personas inocentes enterrándolas en fosas comunes, por el simple hecho de no coincidir con las ideas político o religiosas impuestas por el régimen. También he sido testigo a los diez años de edad, de cómo desde un campanario próximo a mi vivienda en Barcelona, se ametrallaba a la gente del pueblo que estaba en la misma plaza de la Iglesia.
Todo este singular desarrollo de lo que se ha dado en llamar nuestra civilización, tiene un sentido totalmente antagónico de lo que implica el término “civilización”. Por supuesto hasta ahora las células oscuras han ganado la batalla. Las células claras siguen escondidas en recónditos parajes y no aparecen a la luz cuando hacen falta, salvo muy rarísimas excepciones que tienen nombre y apellido y se identifican con una claridad diáfana, por ejemplo: Gandhi, Nelson Mandela, Vicente Ferrer, Martin Luther King, la Madre Teresa de Calcuta… y otros tantos nombres que merecen estar en esta panoplia tan especial de seres humanos ejemplares. Los hay seguramente con menor proyección, pero con igual valía, que han sabido entregarse en forma total y desinteresada a la tarea de tratar de mejorar nuestro universo. Pero la ingente masa de seres dedicados a hacer lo contrario hace que estos gigantescos esfuerzos resulten insignificantes y ni tan siquiera tengan el relieve y la trascendencia que por su propio derecho deberían tener.
Y es relacionado con el tema de la inmensa hipocresía y cinismo de la iglesia Católica Apostólica Romana, que quiero insistir. Sobre todo en lo relacionado con mi país, España. Como es posible que después de lo ocurrido en fechas históricamente hablando, recientes, alguien tenga la desfachatez de decir que en España hay poca tendencia al clericalismo. Por múltiples factores, especialmente por su obstinada falsedad, además de cuanto abuso el clericalismo ha cometido y sigue cometiendo en esta tierra, no es que no tengan derecho a hablar en España de Cristianismo o Catolicismo, es que debería darles vergüenza, tal como la siento yo cuando ahora se han hecho semejantes homenajes al Papa, tanto en Galicia como en Barcelona. Admiro como todo objeto de arte la creatividad humana, admiro a Gaudí y su obra, pero los catalanes jamás deberíamos haber permitido que el Papa pisara la Sagrada Familia. Es una obra de arte hecha para cualquiera que quiera admirarla o visitarla pero no para recibir bendiciones papales, como ser humano y catalán, lo considero una injuria, de la misma forma que considero un insulto la visita a Santiago.
También me ocurre lo mismo cuando en Andalucía y otras regiones de España salen las procesiones cargadas con todo tipo de amuletos y santos, algunas de ellas obedeciendo a ritos ancestrales en los que todavía hay ignorantes que se van dando latigazos en la espalda. Otra grave muestra de que lo que prevalece es la neurona oscura.

miércoles, 13 de octubre de 2010

aviso a los navegantes

Si hubiera un premio Nobel para ser concedido al más idiota, sin duda lo hubiese ganado yo. Lo justificaría el simple hecho de que habiendo vivido algo más de 25 años en la República Argentina y habiendo sufrido los vaivenes que depara el promedio de la sociedad local, el hecho de haber regresado trayéndome toda mi disponibilidad económica (Dólares 300.000) y a mis 75 años aplicarlos en la construcción de agro turismo, próximo a Buenos Aires, en San Andrés de Giles, hace que esta, mi decisión se cuente entre las peores que un ser humano inteligente pueda tomar, a sabiendas por tantas anteriores experiencias que tal hecho solo podía acarrear problemas y más problemas.
Yo residía en una magnífica vivienda que me había hecho construir en una preciosa ladera de montaña de seis hectáreas de extensión, lindera don una urbanización ubicada en el municipio de Pratdip, llamada Planas del Rey, cerca de un puerto marítimo deportivo, Hospitalet del Infant, sin problemas gozando de un lugar espectacular entre gente cordial, de los cuales no tenía desconfianza alguna, no obstante esta especie de existencia de actividad rutinaria fue superada por mis constantes ansias de actividad creativa y de ahí mi auto sugerencia de volver a la Argentina, donde aún me quedaban afectos y familia. En la práctica este fue un error, yo diría que sin dramatizar, mortal.
Me plante en San Andrés de Giles, adquirí un campo, que pagué al contado, de ochenta y siete hectáreas.
Había decidido construir en él un centro de agro turismo, actividad en la que yo ya tenía una buena dosis de experiencia. El lugar era más que apropiado, dos bosques tupidos poblados de una variada arboleda y una enorme extensión de campo que tras los cristales del comedor que instalé parecían llegar hasta lo infinito. Esto lo inicié en el 2002. Dos años después estaba funcionando, previo a un corto proceso de selección, mi clientela la constituía gente de buen nivel y trato amable. Dos años después me diagnosticaron una grave enfermedad ocular: maculopatía. Esto hizo que me viese ante la necesidad de vender mi establecimiento.
A partir de ese momento comenzó un torbellino de estafa tras estafa empezando por el martillero OSVALDO BOTTA de Mercedes, a quien había dado una autorización de venta por sesenta días corridos, que venció sin haber tenido resultado alguno, quien de una forma indirecta, que yo en ese momento, dada mi estúpida confianza, ya que había avisado de que iba a intentar estafarme con unos supuestos derechos a una comisión que, ni remotamente le correspondía, no obstante y dada la carencia total de dignidad y de ética de algunos profesionales, casi consiguió (el tema aún se está debatiendo judicialmente) y así de este estafador fueron pasando algunos más, al punto que, de tener una disponibilidad producto de la venta del establecimiento, de más de $ 600.000.- , hoy me encuentro en situación de indigencia. Con una cantidad de juicios pendientes que ya llevan tres años y medio provocando una agonía constante en mi persona.
Ante todos estos infames hechos, condicionados a un sistema judicial que ve lo que quiere, me encuentro totalmente indefenso y por supuesto sin recursos.
Debería haber viajado con todo mi impulso creativo, más los U$S 300.000 de los que disponía, a Indonesia – Borneo – o a cualquier país africano, a cuidar colonias de monos bonobos u Orangutanes, en lugar de irme a la Argentina y construir un centro de turismo rural de haber tomado estas decisiones y llevadas a la práctica hubiera sido mucho más gratificante y positivo que dedicarme a construir un centro en el que los habitantes de estas tierras, especialmente los de la gran ciudad, tuvieran un lugar donde reencontrarse con la naturaleza y relajarse. Para empezar no hubiera tenido las traumáticas experiencias que la relación con algunos de los habitantes de esta tierra me deparó.
Más de 3 años perdidos, siendo reiteradamente robado y estafado por cuanto sujeto empecé a relacionarme siempre orientado a realizar cosas constructivas A este desastroso resultado contribuyeron no solamente los delincuentes con quienes lamentablemente me topé, sino que algunos profesionales de la judicatura, cuyos imparciales y abusivos criterios completaron un cuadro que hubiera llevado a cualquier ser normal a la peor y más agresivas de las actitudes.
De esta lamentable situación deseo dar una especie de aviso para que cualquier incauto o bien intencionada persona que de alguna forma desee realizarse en este país tenga muy en cuenta que después de haber tomado el máximo de las precauciones, aún serán pocas. Debe llevarlas al máximo de los máximos y hecho esto deberá tener cuidado aún cuando duerma.

viernes, 1 de octubre de 2010

instituciones argentinas

Hace años, leí un enunciado de un brillante político uruguayo que refiriéndose a sus vecinos del sur dijo, en una reunión política de alto nivel: “son todos unos ladrones”.
Yo, conocedor de éste país, en aquel momento, pensé que este hombre público estaba exagerando. Eso era hace cuarenta años atrás, hoy habiendo regresado a la Argentina, en el 2002 a pesar de las muy malas experiencias anteriores, creyendo aún de que existían condiciones efectivas de que la sociedad local asumiera responsabilidades y conductas con dicentes con el sentido común y la dignidad, me veo obligado a reconocer que la frase del señor Batllé no implica un 100% absoluto, pero cuando menos puede aplicarse y, eso a todos los niveles, a un elevado porcentaje de los habitantes de estas tierras, ya que desde mi regreso en el 2002, hasta ahora en el 2010, a pesar de que mi única actividad ha sido la de integrarme en tareas positivas y productivas, solo he encontrado en mi camino, lo que dijo este señor: “ladrones” Con un agravante, importantísimo, no hay garantías judiciales de ninguna índole, todo puede ser manoseado, trastocado y diversificado.
De esto ya debía estar, completamente curado, pues ya en 1964, fui parte de un proceso similar al que estoy sufriendo ahora, ya con 84 años. Se trataba de la firma AUTOAR S.A , fabricante de los automóviles N.S.U. de origen Alemán, cuya propiedad era de la familia KUNIN, cuyo directorio era presidido por el Brigadier Federico Alzogaray , ahí debido a que fui nombrado interventor por los acreedores quirografarios, de quienes yo formaba parte, tuve la posibilidad de verificar y controlar las actividades últimas de la misma, constatando que se trataba de una quiebra fraudulenta y a pesar de lo cual el juez de turno, Dr. GAINZA PAZ homologó la misma como liquidación sin quiebra. El fraude fue superior a los 6.000.000 de Dólares.
Este amargo antecedente, aunque lejano, debería haberme servido de suficiente lección, no obstante mi natural buena fe y la credibilidad en mis semejantes me ha llevado a situaciones de un agobio intolerable.