viernes, 13 de agosto de 2010

una flor en el desierto

Tarea imposible la que pretendo emprender aquí y ahora.
Son tantas y tan fuertes las fuerzas que existen en contra de las opiniones que voy a emitir, que el solo hecho de imaginarlo ya causan, no terror, ni miedo, ya que nada de ello me afecta, pero sí preocupación por un ingente esfuerzo, que lo más probable es que quede en la nada, a pesar de ser una verdad que afecta al universo.
Estoy absolutamente seguro de que mi criterio y forma de pensar en la materia, no es único y que también existen mentalidades en el universo, que son con comitentes con mi pensamiento.
Se supone que constituimos una sociedad humana que cuenta hoy con 8.000 millones de seres humanos. Si nos podemos a analizar esta gigantesca masa observamos, a medida que nos adentramos en ella, una diversidad que, de ser racional y equilibrada, nos habría llevado hacia un universo armonioso, yo diría que ideal; pero ocurre que el coeficiente de maldad que conlleva el ser humano, sumado a la enorme dosis de ignorancia impregna sus mentes, no nos lleva al camino que debería ser: la armonía, la paz. Las ambiciones, las distorsiones, los egoísmos de toda índole hacen que la mente humana se oscurezca y oriente su existencia a la obtención de los valores más ruines y negativos. No a la ética, no a la dignidad, no al menor raciocinio equilibrado.
Año 2010, sería muy conveniente que los jóvenes que hoy comienzan a avizorar el horizonte echaran un vistazo a fondo de la situación general en el planeta tierra. La enorme dosis publicitaria que inundan todos los medios, nos presentan nuestra actualidad como la mejor época desde que la tierra existe. Si realmente se ahonda el tema a fondo, poniendo la mirada hacia futuros horizontes, nos daremos cuenta que estamos entrando en un mundo cada vez más falseado. Los enormes intereses creados ayudados por esa parafernalia publicitaria hace que la imagen del futuro y también la del presente, nos salga toda distorsionada cuando, realmente a corto plazo, nos amenazan todas las barbaridades imaginables: falta de alimentos, falta de combustibles, medio ambiente irrespirable, aguas contaminadas. Esto no es un lúgubre vaticinio surgido gratuitamente de una mente enferma, es la percepción de una realidad que ya está golpeando las puertas.
Que existen opciones para que este cuadro, en principio catastrófico, no se convierta en realidad: SI EXISTEN, y para ello hemos de aunar todos los esfuerzos necesarios esencialmente, hemos de eliminar las diferencias, las rivalidades, todos somos un solo pueblo, terráqueos, rojos, amarillos, negros, blancos, todos somos seres humanos, entre los cuales si pretenden una supervivencia, en condiciones correctas, todas las diferencias deben eliminarse. Y no ya solamente ya las raciales, que no tienen trascendencia alguna, pero sí ante todo, las políticas y por supuesto, las religiosas.
Si bien existen en este momento en toda la tierra algún que otro conflicto debido relativamente al ámbito político, lo realmente negativo y pernicioso, es el ámbito religioso. Las religiones desde que tal noción y diferencia de credo existe, han sido las que han promovido las mayores acciones fratricidas y lo más doloroso es que todas ellas se basan en hechos inexistentes, en mitos, en milagros, en leyendas, en todo tipo de elucubraciones mental y malsana que ha existido y existe en la tierra.
Por que semejante horror, transmutado, transferido, trasladado y ejercido en toda la faz de la tierra….? Por que la ignorancia humana, puede llegar a semejantes límites sin que hecho alguno real lo avale…? Si hemos de pensar en cuanto horror se ha desparramado sobre los humanos a través de sus falsas creencias, no tendríamos espacios para ir labrando sobre la piedra o los muros de ladrillo los hechos ocurridos como hacían antiguamente los asirios, los egipcios, los aztecas o toltecas y todos cuantos han dejado labrado sobre la tierra las enormes atrocidades cometidas. No hablemos de hechos concretos conocidos y documentados que existen por centenares de miles, en todo cuanto es reflejo de las religiones: los incas, aztecas, toltecas, sacrificaban a niños y niñas púberes, arrancándoles el corazón estando vivos. Los judíos y los católicos romanos lapidaban o quemaban vivos, cuando no, los descuartizaban tirando sus extremidades por caballos. Los mormones que se auto otorgan el derecho de tener la esposa y las hermanas esposas cuando cualquiera de ellas comete el menor error de orden matrimonial, real o ficticio, la lapidan viva. No hablemos de los musulmanes, 1.000 millones de practicantes de tamaña creencia, algo total y absolutamente incomprensible, cualquier musulmán puede violar, cometer incesto, asesinar, robar basta que vaya a la Meca a ver la Kaaba, para que todos sus pecados sean perdonados. Los católicos, no tienen que viajar tanto, van a la parroquia de la esquina, confiesan sus putadas y quedan absueltos, con unos padres nuestros o unas Aves Marías. El judío se golpea la frente en el Muro de los Lamentos, en Jerusalén, empuja su papelito escrito entre las piedras y también, por supuesto, obtiene su perdón, por más pecado que haya cometido.
En un mundo con semejante grado de auto permisividad es indudable que solo puede existir falsedad, crimen y todo tipo de inicuos aprovechamientos.
Es indudable que éste cuadro preliminar es el que ha inducido a través de todos los tiempos el aprovechamiento de lo ajeno, y de ello, tenemos todas las pruebas ante nuestras narices, cuando vemos países enteros expoliados, avasallados y sometidos a la más absoluta ignorancia, y como consecuencia al hambre y las enfermedades, mientras, naturalmente, otras sociedades viven en apogeos de riqueza sin límites, en muchos casos, riquezas personales obtenidas con el crimen, el robo y la expoliación.
De no ser así, como se explica que existan países que por su propia naturaleza, son inmensamente ricos, su populación vive en la miseria, pasan hambre, no tienen centros culturales, no se han modernizados, pero eso sí, existen espléndidos caminos que sirven única y exclusivamente a los interese de los explotadores, por los cuales transitan los vehículos que se llevan las riquezas, sean diamantes, oro, zinc, plata, uranio, mercurio y un largo etcétera de productos de los cuales, por ejemplo, África ecuatorial tienen ingentes depósitos naturales que son expoliados por compañías internacionales cuyos valores en Bolsa, tiene cifras astronómicas. Eso hablando solo de lo que se declara, no sabemos nada de aquello que no se declara. Este singular cuadro que ofrece el contexto de la sociedad actual, es el que hace pensar que, agregándoles algunos ingredientes más que están a la vista, no existe una posibilidad de continuidad de la vida en la tierra si no se cambian radicalmente todas estas políticas.
Tenemos que llegar al punto de abolir las religiones, TODAS, y en lugar de ello establecer una comunicación cada vez más íntima y fraternal, para que desde muy niños, los seres humanos aprendan lo que es el HUMANITARISMO.
Ya en su momento, 1792 la revolución Francesa anuló todas las religiones, las escuelas se convirtieron todas en escuelas laicas, los crucifijos y otros símbolos deísticos, fueron eliminados y la Asamblea Nacional, proclamó que la única religión vigente en Francia era la RAZON. En muchos aspectos Francia ha seguido esa línea: de la RAZON, de ahí una especial sutileza en la dialéctica francesa, pero no obstante la insidiosa Iglesia Católica Apostólica Romana, con toda su poderosa influencia está de alguna manera integrada al país. Y continuamos con mayor negatividad en Italia y España, en donde la persistencia de las más grotescas procesiones, resultan una ofensa para todo ser humano que tenga el menor sentido común.
Ese desfile grotesco con pies descalzos, espaldas desnudas golpeándose con látigos, con puntas y dientes, chorreando sangre, esos alaridos inhumanos, que forman parte de la llamada tradición pero que son una vergüenza para todo ser pensante y que persiste con tal pasión todavía, a través de los siglos. Toda esta macabra parafernalia solo sirve para ahondar la ignorancia y hacer que el temor permanezca en ciertas mentes empobrecidas.
Esta fue, entre otras, la regresiva y perniciosa herencia dejada por el criminal caudillo, cuyas raíces y efectos aún consiguen permanecer.
Lo mismo tenemos en Portugal, Inglaterra, y también en Alemania, donde la impudicia Papal lo llevó a pactar con Hitler.
Este enorme pulpo que tiende todos sus tentáculos sobre la faz de la tierra, defensor de intereses espurios y personales es uno de los grandes enemigos que tiene la sociedad para liberarse de influencias negativas, incluyendo una serie de actos aberrantes y delictivos en donde en diversos centros (se supone de educación cristiana) son cometidos por los responsables de dichas congregaciones, violaciones y más violaciones de centenares de niños y niñas. Sobre este tema ha habido con toda seguridad, una infinidad de atrocidades cometidas a través de los tiempos, actualmente por ejemplo, se dan casos de hombres que tienen cuarenta o cincuenta años que denuncian que durante su niñez, fueron violados en tal o cual colegio católico. Sin contar por supuesto las violaciones recientes, la {ultima en Bélgica que se suman por decenas, entre los diversos países donde han sido practicadas.

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